Schaffhausen / Escafusa

Schaffhausen es una pequeña ciudad con un encanto especial al norte de Zúrich. Entre sus atractivos turísticos se encuentran edificios de la Edad Media y el Renacimiento, y las cataratas del Rin.

Schaffhausen se puede combinar con excursiones a Zúrich, al precioso pueblo de Stein am Rhein, a Konstanz (la ciudad frente al lago Constanza o Bodensee), o a Lindau, entre otros.

Schaffhausen

 

Tren desde Zúrich a Schaffhausen

Este tren tarda 39 minutos en llegar y cuesta 13,4 €. Es carete, pero son los precios de Suiza.
De todos modos lo compré mediante la Deutsche Bahn con el Handy Ticket (que se guarda en el móvil) para no tenerlo que comprar in situ con francos suizos.

Llegando a la ciudad desde el tren ya se puede ver a mano izquierda las cataratas y el precioso sitio donde me quedé a dormir esa noche: el Burg Laufen, un castillo en la cima de una colina mirando hacia la cascada y el río, como me gustan a mí (en Bacharach, más al norte, ya tuve la oportunidad de dormir en otro castillo que miraba al río, el Burg Stahleck).

 

Un castillo-albergue sobre las cataratas del Rin

Para llegar al albergue Jugendherberge Dachsen/Laufen desde la estación de Schaffhausen es más de una hora andando (realmente está en el pueblo de Dachsen). No obstante, el camino es bonito porque sigue el curso del Rin, pasando por unas tranquilas urbanizaciones. En los márgenes del Rin encontramos ya en estas fechas gente bañándose.

Precio: el albergue me costó 28 €. Podría haber ahorrado euros quedándome en el Jugendherberge de Constanza por 23 € (mi siguiente parada del viaje), pero esto merecía la pena. Ya he hablado anteriormente de la red de albergues internacionales y lo mucho que me gusta. Una cosa a tener en cuenta en estos albergues es que hay que ser miembro para poder usarlos (en algunos sitios es obligatorio, en otros sitios si no eres socio te cobran más).

Lo malo del albergue: las habitaciones del albergue ya no molan tanto. Simplemente eran colchones tirados en el suelo, pegados los unos al lado de los otros, con una manta de verano y una almohada medio decente. 12 colchones en una sola habitación. Me puse en una esquina y tuve suerte de que no me tocó nadie al lado. Tampoco había mucha luz en la habitación de madera, teníamos buhardilla y un solo interruptor de la luz en la entrada (si llegas por la noche y está ya todo el mundo dormido tienes que entrar a ciegas). Había falta de enchufes, solo uno para las casi 12 tías que estábamos en la habitación. Vamos que mejor venir muy cansado para caer muerto y no enterarse de nada.

Camas no tan molonas

Otras características: el WC tiene una preciosa vista hacia la cascada para estar entretenido durante tus momentos íntimos… Pero solo hay un WC para todas las mujeres de la planta. Y dos duchas que pasan la mayoría del tiempo inundadas e inundando el suelo del baño. Por supuesto, toallas no incluidas.
El joven suizo de recepción es un tío majísimo.

 

Tocando las cataratas del Rin

Enfrente del albergue hay un camino para ver mejor las cataratas. El camino sigue bajando hasta que pasa por unas grutas y se pone a la altura de la cascada que prácticamente la puedes tocar.

Hay una isla en mitad de la catarata, erosionada de una manera bella. La banderita de Suiza la coloniza en lo alto. Se puede venir aquí en barca pero hay que cogerla desde el otro lado.

Los carteles nos muestran cómo el Rin, nacido en Suiza, sigue su curso hacia el norte pasando por el borde de Francia (donde hace de frontera) hasta desembocar por los Países Bajos. Las zonas por donde pasa son famosas por sus viñedos, como ya vi en Koblenz y Bacharach (la ruta romántica).

Esta noche hay una boda muy pija en el Castillo Laufen y los novios y más gente están por aquí haciéndose fotos en la cascada. Quizás por ese motivo han dejado hoy la ruta a las plataformas para ver las cascadas abierta, pero parece que normalmente piden un token o ficha para andar por aquí, que se compra seguramente muy caro en el centro de visitantes.

Decido ver el atardecer comiendo la cena (un bocadillo) en uno de los bancos de este caminito de la cascada. Es una gran idea. Ya han aparecido nubes de tormenta en el cielo y este se muestra de unos colores azul oscuro y rosa fuerte muy románticos. Cielos apocalípticos muy Gaspar Friedrich.
Aparece un alemán para pedirme que le haga una foto. Me dice que si soy española y al decirle que sí, se emociona y me comenta que estuvo en Sevilla y Rota y le encantó. A mí también me ayudan muchos suizos al ver que estoy intentado hacerme sola los selfis, y todos se ofrecen para fotografiarme.

2016-05-27 20.55.072016-05-27 20.32.16Burg Laufen

 

Una noche toledana

Vuelvo al hotel al anochecer y me encuentro al recepcionista suizo de frente. Va con una alemana y parece que están tonteando. Acaban de coger unas cervezas y quieren invitarme. Como la chica sabe algo de español, quiere practicarlo y al final, acabamos desayunando juntas al día siguiente por la mañana.

Por la noche se lía tormenta y no se puede dormir con la ventana golpeando sobre sus batientes y unos sudores pegajosos corriendo por la espalda. La nariz se me tapona rápido con la cantidad de polvo acumulada en el cuarto. Por suerte como es habitación de chicas no ronca nadie. Fui rápida y puse mi power bank a cargar antes que nadie, pero se ve que alguien me desconectó el cable en algún momento de la noche y por un instante pensé que alguien me había robado o cogido por error mi cable, porque en la oscuridad no pude encontrarlo y solo encontré otro que no era el mío. Pero cuando salió el sol pude verlo. ¡Menos mal! Dependía del móvil completamente para volver a Alemania, porque ahí tenía los tickets.

 

Ruta por Schaffhausen

Salgo del albergue y quiero bajar a la cascada otra vez. Pero esta vez el camino está bloqueado y piden el ticket para pasar. No me arriesgo a colarme.
Salgo del castillo y recorro el camino de vuelta por el puente, esta vez sigo el camino para ver la cascada y el castillo Laufen desde el otro lado, desde donde ya comenté que se puede tomar una barca para ir a la isla en mitad de la cascada.
Luego tomo el mismo camino de ayer para llegar a Schaffhausen, que es el camino que NO pasa por Neuhausen.

Schaffhausen se ve rápido y es encantador, además hay establecimientos para la gente joven muy modernos, así que no parece un sitio tan aburrido para vivir. Debajo de la torre Munot hay una calle llamada Unterstadt en la que el suizo del albergue me había recomendado la mejor heladería del pueblo, pero no llego a ir.

Fronwagplatz y Metzgerbrunnen edit
En el pueblo (o «mini ciudad», yo siempre llamo pueblo a todo) hay hoy montado un mercado muy animado. En la Fronwagplatz tenemos dos fuentes, de un mercenario y de Baltasar, el rey mago, y desde aquí empieza el mercadillo.
Son interesantes las calles Vorstadt y Vordergasse (con la Haus zum Ritter). Interesantes mansiones para ver aquí son la Herrenstube, la Haus zum Ritter, Zum Grössen Käfig, etc.

zum grossen Kaefig

Después callejeo y me paso por la iglesia y por la abadía benedictina Allerheiligen (Todos los Santos), que en mayo es muy interesante por su florido jardín medicinal.
El pomo de la puerta de la Iglesia es un cirio de espinas. Hay una famosa campana dentro, rota. Es la que inspiró al poeta Schiller para hacer su Canción de la campana.
También echo un vistazo a las torres Obertor y la Schwabentor.

Después de eso voy a lo más interesante del pueblo, la Torre Munot, de mediados del s.XVI.
Su Steig (subida) no es para tanto, menos de 10 minutos. Por sus ventanas ojivales se aprecia una bonita vista del pueblo y el Rin desde los viñedos, desde la que podemos ver la torre de la iglesia gótica de San Johann.
La lluvia le corta la gracia a Escafusa y a las vistas desde la torre, tengo que salir de ahí.

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