Como me tocaba ir a Colonia para las Jornadas de Orientación de los Auxiliares de Conversación, se me ocurrió pasar por Bacharach, Koblenz y el Castillo de Eltz ya de paso para aprovechar el trayecto. Esta es la primera parte de este viaje de 3 días de Augsburg a Colonia.
Ruta: 6:00 Augsburg ->(ICE)-> 9:25 Aeropuerto de Frankfurt ->(tren RE dirección Koblenz)->10:15 Bacharach
Precio del tren desde Augsburg:
- Con la Bahncard50, 43 €
- Comprado con 2 semanas de antelación, sin Bahncard, cuesta unos 50 €
- Hay otra combinación de trenes con más intercambios que cuesta 29 € si se compra con mucha antelación.
Alojamiento
Para esta excursión me pillé una habitación en el famoso albergue-castillo, Burg Stahleck.
Lo malo es que es obligatorio hacerse un carné de alberguista para poder dormir allí, sin excepciones.
Cuando vi esta estúpida condición estuve a punto de renunciar a Burg Stahleck y de hecho estuve llamando como a 4 o 5 Gasthäuser por buscar otras opciones. Pero las Gasthäuser valían entre 28 y 45 € la noche (Stahleck vale 21,9 € con desayuno incluido+el precio del carné de alberguista) y además todas estaban ya petadas (estaba pidiendo una habitación para el día siguiente y esas pensiones solo suelen tener unas pocas habitaciones). Así que al final le di una oportunidad a los albergues de Hostelling International… y qué gran acierto, por Dios.
La decoración del Castillo por dentro pierde bastante magia, obviamente, pero al menos han intentado respetar el mismo patrón de colores que en el exterior, y las vistas desde las ventanas de los cuartos son alucinantes, de ensueño.
La barra de recepción hace también las veces de barra de la cafetería, está nada más entrar en el edificio principal a la derecha. Cuando yo estuve en el albergue, una madre y su hijo estaban a cargo, todo muy familiar.
De todos modos si no se consigue o no se quiere conseguir una cama en este hostal, siempre se puede subir hasta aquí solo para ver las vistas. La terraza del albergue merece mucho la pena.
Subida al hotel
Subir la cuesta hasta el hotel puede dar unos pocos problemillas, especialmente si vas con portátil o maleta grande.
El primer sendero para subir al castillo, llegando desde la estación, es de hecho imposible de seguir si llevas bultos de más de 10 kg de peso. Demasiado empinado.
Lo suyo es seguir la segunda ruta, la que sale de al lado de la Iglesia roja, con los carteles grandes.
Ruta por Bacharach
Este día lo dedico a deambular por Bacharach. Dedico más tiempo del necesario para estar en este pueblo, tiempo que podía haber usado para ver otros pueblos, pero también está bien para relajarme y tomarme las cosas con calma.
Se tarda como media hora en ir de punta a punta del pueblo, sin subir por ladera.
Esta zona, rodeada de viñedos, es el terreno perfecto para hartarse de hacer senderismo cuesta arriba y cuesta abajo. Deambulando entre los cultivos de vid, había un gato salvaje por allí que me tenía miedo.
Uno de mis rincones favoritos de este pueblo es el jardincito de la Gasthaus de Malerwinkel.
En mitad del pueblo hay una tienda de objetos tallados en madera cuyo dueño a veces está tocando melodías al piano.
Los precios de los restaurantes sí que son caros, pero hay un supermercado casi al final del pueblo. Una de las especialidades de esta zona, obviamente, es el vino, que venden en todos lados.
Me tocó un día que parecía una festividad de la tercera edad, porque sólo había mayores de 50 dando vueltas por el pueblo y era sábado. No había ni un niño correteando por ahí.
Fuegos artificiales
Por la noche encontré que mis compañeros de habitación eran una pareja de norteamericanos de Carolina del Norte. Se acababan de despertar de una siesta y estaban frescos para ir a las 21:00 al pueblo de al lado para ver unos alucinantes fuegos artificiales. En el Rin se suelen celebrar estas fiestas locales con fuegos artificiales. Una en especial, el Rhein in Flammen, es de las más grandes y conocidas y se celebra en distintas ciudades dependiendo del mes del año.