Esta visita al adorable castillo y ciudadela de Werdenberg es la continuación de un viaje que se inició en Lindau (Alemania). La siguiente parada del viaje será el principado de Liechtenstein.
Llegando a Buchs (Suiza) desde Lindau en tren
Ruta: 10:31 Lindau -> (tren dirección Bludenz) -> Feldkirch (Austria) -> (tren Railjet, RJ, dirección Zúrich) -> 12:06 Buchs (Suiza)
Precio: 12,8 € ida, 25,6 € ida y vuelta (comprando el billete en Alemania para aplicar los descuentos de la Bahncard50). Si no se tiene la Bahncard50, entonces vale el doble: 51,2 €.
El sablazo del viaje es por la parte suiza, porque en general todos los trenes o cosas que se compren en Suiza valen un riñón, aparte de la comisioncita por pagar en euros. Esta es la ruta más barata para venir a Liechtenstein en tren, ya lo he comprobado: pasar por Austria aplicando los descuentos de Alemania.
A partir de Lindau el paisaje de montaña que se ve desde el tren es impresionante. Hay que hacer un intercambio en Feldkirch, justo en la frontera norte de Liechtenstein y montarse en el Railjet (RJ, el tren rápido austríaco) dirección Zúrich. En 15 minutos llega a Buchs.
Es curioso que el tren no pasa por ninguna parada liechtensteiniana salvo Schaan y tres pueblos más. La línea de tren es austriaca y si se detiene en Liechtenstein es solo por casualidad, porque su propósito es ir a Suiza (desde Feldkirch a Buchs).
Me sorprendió ver muchas familias gitanas colándose sin billete en los trenes para pedir dinero en la ciudad de Bregenz y cercanías. He encontrado incluso una colección de artículos hablando del tema: http://www.vienna.at/tag/betteln, parece ser que los policías están ya tan hartos del tema que aunque los ven meterse en el tren no hacen nada…
Me sucedió que una mujer se me acercó pidiendo, con niño en brazos, no quise darle nada y se fue murmurando algo entre dientes que me sonó claramente a un «anda y que te jodan, zorra».
La ciudadela de Werdenberg
Nada más bajarse en Buchs se puede andar unos 10 minutos hacia el oeste para entrar en el núcleo urbano siguiente, Grabs, y ver la ciudadela de Werdenberg, que asoma por encima de un bonito lago. Por fortuna está cerquísima de la estación, así que no hay excusa para no verla. Ambas ciudades están dentro del cantón de San Galo.
La ciudadela o Städli es uno de esos sitios preciosos, auténticos y que no conoce nadie. Un encantador pueblecito medieval, muy pequeño, con unas casas adorables en madera.
Arriba del todo preside un castillo del s. XIII y desde ahí se puede ver una vista que cubre todo el lago, que seguramente es preciosa en los atardeceres.
Los cisnes de este lago son bastante mansos y no se asustan de la gente, además cualquiera diría que les gusta posar, son muy fotogénicos.
Lo malo es que no te puedes acercar al lago desde todos los frentes porque ya hay algunos señores que han privatizado su trozo de parcela, bloqueando el acceso público.
Detrás de la ciudadela se ve una vista típica suiza de la montaña nevada con las casitas de madera salpicando la ladera. Hay unos bancos para disfrutar de esta tremenda panorámica sin ser molestados por ningún alboroto turístico. También se puede visitar el museo Schlangenhaus (‘casa de la serpiente’) por 12 francos suizos para saber más sobre la vida en la Edad Media aquí. Y por las noches de vez en cuando hacen eventos culturales, teatrales y musicales muy interesantes.
Luego de ver Werdenberg, desandamos el camino y vamos todo hacia el oeste para cruzar el puente que separa Suiza de Liechtenstein.